Había una vez una Rosa y un Gladiolo que vivían en un viejo jardín inglés. Su jardín era atendido amorosamente por su jardinero. Se había pasado la vida entera haciendo jardinería allí. Su padre había sido el jardinero antes que él y le había enseñado todo lo que sabía. Amaba el jardín como si fuera propio. Pasaba más tiempo allí que con su propia familia. Su hijo ahora había crecido y lo ayudaba. Cuando ya no pudo trabajar, su hijo se hizo cargo del jardín.
El jardinero había dedicado mucho tiempo y cuidado en el jardín. Recogía los restos y las cáscaras que le daba el cocinero para abonar la tierra de las plantas.En el otoño rastrillaba cuidadosamente cada hoja y las ponía en la tierra. Del ganado, juntaba el abono y lo agregaba abundantemente.
Por lo tanto la tierra era rica en sustancias nutritivas, margosa y oscura.Generaciones completas de gusanos vivían allí con sus familias; agregando sus envolturas a las sustancias nutritivas. Sus excavaciones aflojaban el suelo, permitiendo que las plantas florecieran.
La Rosa y el Gladiolo crecían en este ambiente voluptuoso. No se permitía que ningún insecto importunara con su aparición. El especial suelo los alentaba a volverse grandes y hermosos. Sus tallos eran saludables y de un color verde profundo.Sus flores eran grandes y suaves. Cuando el jardinero los veía, suspiraba de agradecimiento. Ambos eran hermosísimos, la Rosa de color rosa pálido y el Gladiolo de color amarillo limón.
La Rosa se erguía en el medio del jardín mientras el cálido sol brillaba. La brisa mecía sus hojas. Miraba al Gladiolo, alto y orgulloso, protegido de cerca por la pared del jardín. ¨Podría apoyarse en la pared si se cansa¨,meditaba la Rosa. La Rosa empezó a estudiar al Gladiolo. ¨Es tan lindo, alto y elegante. Mira como se balancea en la brisa. El Amarillo es un color hermoso.¡ Ojalá fuera alta y amarilla!
El Gladiolo se dio cuenta del interés de la Rosa. ¨Es un tono rosa muy lindo. Parece tan femenino. Es pequeña y encantadora. Al ser más alto que la mayoría de las flores de aquí, me siento cohibido y desproporcionado¨.
¨Mira hacia mí¨. Se decía la Rosa. ¨Todas sus flores señalan en mi dirección. ¿No sería maravilloso tener todas esos pimpollos en ese tallo imponente? Siguen floreciendo, casi al cielo. Debe ser emocionante. Me encantaría tener esas flores¨.
¨Me siento tan feo cerca de la Rosa rosa¨. Murmuraba el Gladiolo. Puedo oler su perfume en todos lados. Me pregunto: ¿cómo podría conseguir ser una con ese perfume?¨
¨¡Ay ! Si no tuviera estas horribles espinas. Sería una flor mucho mejor, se quejaba la Rosa. No quiero lastimar a nadie cuando me toquen. Y comenzó a llorar.
El Gladiolo no pudo mirar más a la Rosa.¨No tiene sentido. Es una flor mucho mejor que yo. Hasta un ciego podría olerla.No tengo nada de perfume y soy demasiado alto. Ya estoy empezando a caerme¨. Llorisqueó.
El jardinero fue al jardín. Vio a la Rosa y al Gladiolo lánguidos, caídos. Se acercó a ellos y les preguntó preocupado, ¨¿Cuál es el problema?¨
Ambos le contaron su triste historia. En vez de entristecerse, el Jardinero se reía. ¨Bueno, mis dos bellezas,. Este es un dilema interesante. Supongo que quieren que decida quién es la mejor flor ¨.
¨¡Sí, sería maravilloso! ¨Asintieron de acuerdo.
¨No puedo¨. Afirmó simplemente. ¨las dos son diferentes y su belleza es única también. Las dos son perfectas así como son! ¨Acarició a las dos en sus pétalos.
¨Ven, el milagro de la vida es la variedad¨. Continuó . ¨La armonia y la paz mental llegará a cada uno de ustedes cuando se den cuenta de que ¨la diferencia¨es fantástica. ¡Celebren sus diferencias!¨con eso se fue a sacar los yuyos de otra parte del jardín.
La Rosa y el Gladiolo se sonrieron avergonzados. La Rosa lo verbalizó por los dos. ¨Ser yo es magnífico, sea Rosa o Gladiolo, o aún un Yuyo! Cerraron los ojos de satisfacción y volvieron sus hojas al sol.
Cuento incluído en el Thymely Tales.
Ser yo, debería ser lo más simple porque así es la existencia. Nos resulta difícil supongo por la tensión que se genera cuando no dejamos o no nos dejan ser. Muy lindo cuento para recordar el mensaje en la mañana
Gracias
Así es Nidia. Gracias por compartir tus pensamientos!! A ser más de uno mismo y a brillar. 😀
Lo que encuentro de interesante en este cuento es como ambas flores se pierden a sí mismas al mirar a la otra !! No pueden verse a sí mismas , olvidan que son el reflejo la una de la otra …….iguales con reflejos diferentes …porque así se perciben !!!!!!!
En la dualidad pierden cada una su especial singularidad!!! y al volverse a si mismas en el acto de amarse se reencuentran con su esencia ……
Hummmmmmmmmmmmmmmmmmm me gustó mucho!!
Muchas gracias Dina por tu aporte, muy valioso.:D Bello.:D Estamos en contacto. Abrazo, Gabriela
En el jardín como en la vida se ha planteado algo cotidiano, es cierto que muchas veces nos gusta más’el verde del otro jardín’,sólo nos damos cuenta cuando sucede algo extraño o esa serenidad o ´verde del jardín´no están.Todos tenemos potencial belleza natural, sólo debemos encontrarla y sentirnos satisfechas con ella.que si cuesta?sí. Muy hermoso cuento, me encantó.Gracias
Hola Irene, muchas gracias por a tí por tu aporte. Me alegro que te haya gustado, a mí también.:D
Cariños,
Gabriela
Hermoso!!!!! Dejarse ser,sentir nuestra belleza interior y respectar las diferencias
Tal cual… así es… Cariños!
…simplemente bello. Ir siendo quien soy en la diversidad. Y el amor expande en la aceptación de lo diverso…
Un profundo agradecimiento por hacerme reflexionar sobre mi mismo en una tarde de Domingo!!!
Abrazo del alma.
Gracias a vos Flavio.:D. Otro abrazo del alma.