Varios papás y docentes de consultantes que atiendo, frecuentemente se asombran cuando les hago preguntas acerca de la instancia de gateo de sus hijos o alumnos, y se sorprenden con las consecuencias de un gateo atípico o inexistente.

¿Por qué es tan importante gatear?

Según María Montessori, médica y científica italiana que se desarrolló en el ámbito de la educación, el gateo promueve el desarrollo de la voluntad. Ayuda a coordinar y balancear los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho, al activar y hacer que ambos lados del cuerpo funcionen simultáneamente. Esto incluye los brazos, las piernas, los ojos (visión binocular) y las orejas (audición binaural). También se ha observado a lo largo del tiempo que el niño que gateó con un estilo de gateo bien integrado, cuya explicación figura más adelante, tendrá más facilidad en los aspectos cognitivos, y le resultará más fácil aprender y desarrollarse.

El gateo es una de las instancias de las etapas del desarrollo motor; Emmi Pikler, médica pediatra húngara y autora del libro “Moverse en libertad”, las describe como:

  1. En un principio, el niño está echado boca arriba y sus movimientos van haciéndose cada vez más vigorosos.
  2. Luego sube un hombro, levanta la pelvis, gira el tronco y se pone de costado.
  3. Más tarde aprende a girar para quedar boca abajo. En esta posición puede levantar la cabeza por un tiempo prolongado.
  4. Se sostiene con los brazos y más adelante sobre los cuatro miembros. Puede desplazarse rodando y reptando. Por último, aprende a gatear.
  5. Es capaz de adoptar una posición semisentado, con una mano apoyada en el suelo. Luego puede mantenerse sentado.
  6. Se pone de rodillas con el tronco erguido y luego comienza a ponerse de pie sosteniéndose con algún objeto.
  7. Por último, puede permanecer de pie sin sostén, para finalmente aprender a caminar.

De acuerdo a las autoras Emmi Pikler y María Montessori, es imprescindible darle al niño el espacio para que explore, la libertad de moverse y el respeto hacia su propio ritmo de aprendizaje, ya que las etapas de desarrollo se dan naturalmente.

Es aconsejable que los papás esperen el tiempo necesario que sus hijos requieran para aprender a caminar, de forma natural; sin forzarlos a hacerlo. Al igual que previamente deben esperar que gateen cuando estén preparados para ello.

Estilos de gateo

Gateos no integrados:

  • Gateo con la cola
  • Gateo hacia atrás
  • Rolar
  • Avanzar con ambas rodillas en simultáneo
  • Gatear de un lado solamente

El niño que no ha tenido un estilo de gateo integrado podrá tener una tendencia a desafíos en el aprendizaje, particularmente problemas de lectura. También se ha observado que puede tener problemas en el comportamiento y desafíos en las actitudes.

De acuerdo al experto en estimulación multisensorial y director de los institutos Fay, Carlos Gardeta, se ha demostrado que según estudios de optómetras, el 98% de los niños con estrabismo no gatearon lo suficiente de pequeños.

Gateo integrado

Un estilo de gateo bien integrado ocurre cuando una mano y su pierna opuesta se mueven simultáneamente, es decir: la mano izquierda con el pie derecho, seguido de la mano derecha con el pie izquierdo. La rodilla debería levantarse del piso y el pie debería arrastrarse. Las palmas están abiertas en el piso con los dedos estirados y hacia adelante y hay buena coordinación de los ojos del niño al hacer el movimiento.

Para que un niño desarrolle su máximo potencial es necesario que sus patrones de movimiento apoyen al cerebro en el aprendizaje. La no integración de determinados patrones de movimiento, como el gateo u otros, puede tener un impacto tanto físico como emocional y cognitivo en el niño y el adulto. Por eso si el tipo de gateo no fue integrado, sería conveniente revisar esta etapa con un profesional y ayudar a integrar ese movimiento en su propio cuerpo. El sistema neuromuscular puede ser reeducado apropiadamente para estimular, fortalecer o redefinir patrones que se encuentran ausentes o resultan difíciles de realizar.

¿Y si tu niño no gateó? ¿Y si tu gateo no estuvo integrado? No te preocupes, el gateo también se puede integrar, inclusive si sos adulto y no tuviste la posibilidad de hacerlo, sea cual fuere la razón. Hay distintas formas de poder integrar este patrón de movimiento tan importante para las habilidades de lectura, escritura y organización, entre otras cosas.

Dicho esto, te proponemos algunas actividades que te ayudarán a activar y balancear tus hemisferios cerebrales. Si al comenzar no te salen los movimientos, es cuestión de tener paciencia y practicar. Es importante observar qué pasa al principio y a partir de allí, preparar rutinas para poder integrar los movimientos. Para comenzar te proponemos los siguientes ejercicios:

Primero: Doble garabato®.
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Colocá ambas manos en frente de vos. Garabateá de manera simétrica como si estuvieras dirigiendo una orquesta con ambas manos haciéndole el espejo una a la otra.

Segundo: Ocho perezoso®

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Ya sea en el aire o en una superficie, dibujá el símbolo del infinito al trazar un círculo hacia arriba y alrededor hacia la izquierda, luego arriba y alrededor hacia la derecha. Permitile a tus ojos que sigan la mano a medida que hacés el ejercicio. Hacelo con cada mano y luego con ambas.

Tercero: hacé el gateo cruzado® de manera rítmica. Para ello levantá una rodilla y llevá la mano opuesta a esa rodilla y luego la otra. Repetilo de manera rítmica por un minuto como mínimo.

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Si bien estos ejercicios pueden ayudarte a integrar el patrón de movimiento de gateo cruzado, colaborar con la lectura y mejorar la visión periférica, si observás grandes dificultades para realizarlos, sería conveniente que puedas consultar a un profesional que te ayudarlo a integrarlo definitivamente.

Para ayudar a tu hijo podés realizar el ejercicio del ocho perezozo® con un juguete o títere que llame la atención y pueda seguirlo con la vista.

¡Hasta el próximo tema!
Gabriela
Brain Gym® (Gimnasia cerebral®) es marca registrada de la Fundación de Kinesiología Educativa, Ventura, California. www.braingym.org.
Fuentes:
http://www.dsalud.com/index.php?pagina=articulo&c=815
Instituto Pikler: http://www.aipl.org