Estoy reorganizando mi biblioteca y entre libros, recortes interesantes y revistas; releí el caso de un niño con severos problemas de la atención e hiperactividad que quisiera hacérselos conocer, porque a pesar de haber pasado 11 años, es un tema que sigue vigente.

 

Se trata de Sam, un niño en edad escolar que no podía focalizar en sus tareas ni quedarse quieto. Sus papás, en el afán de poder ayudarlo en su conducta y desempeño académico, visitaron a una instructora en Brain Gym® en marzo de 2001.

 

Durante la consulta la instructora realizó con Sam un procedimiento que se aprende en el curso de Brain Gym® 101, desarrollado por Paul Dennison, creador de la Fundación de Kinesiología Educativa, Edu-K, en Ventura, California; llamado “restauración de patrones en 3 dimensiones”.

 

Antes de la primera sesión Sam sólo podía tolerar 3 minutos estando sentado, viajar para él significaba una gran molestia, ya que no podía quedarse quieto. Luego de la primera sesión Sam pudo estar sentado durante 3 horas sintiéndose cómodo.

 

Los papás de Sam se involucraron con su desafío y realizaron a diario los ejercicios para fortalecer la nueva respuesta (las nuevas conexiones neurológicas) generadas a través de la restauración de patrones; y en simultáneo se focalizaron en que Sam realizara por sus propios medios su tarea, sin intervenir y realizaron más restauraciones en octubre de 2001 y febrero de 2002.

 

En el primer recuadro Sam escribió este párrafo en octubre de 2001 y le tomó 45 minutos. En el segundo recuadro observamos que Sam escribió este párrafo en abril de 2002 y le tomó 12 minutos.

 

Esto significa que Brain Gym® ayudó a Sam no solamente  a focalizar y sentirse más calmo, sino que le dio un soporte para las habilidades motoras finas y gruesas que estaban sub-desarrolladas en él. Los resultados en su conducta fueron sorprendentes.

 

Este ejemplo fue extraído de la revista Brain Gym® Journal, de noviembre de 2002.