En estas semanas en las que algunas personas retoman sus sesiones o me encuentro con amigos que volvieron de sus vacaciones (y otros que no), escucho frecuentemente que terminaron el año anterior con las últimas gotas de su energía, que están super agotados y que necesitan un cambio para comenzar este año y dosificar su energía para llegar a diciembre.

Me pregunto qué produce en nuestras cabezas el cambio de año calendario; ya que cambiar de 2013 a 2014 no implica que mágicamente recibamos superpoderes y dosis extras de energía; sino que nuestro cuerpo y nuestro cerebro siguen a su propio ritmo. Entonces pienso… ¿cómo podemos realmente hacer un cambio, dejar el año anterior atrás y “resetearnos” para comenzar con energías renovadas? En este momento el cambio de año es una excusa, pero todos podemos decidir que en algún momento, sea el día que sea, podemos recomenzar y sentirnos renovados.

Te propongo un ejercicio para comenzar. Buscá algo para anotar, necesitarás revisar las respuestas más adelante.

  1. ¿De qué estás cansado? Podés hacer la lista tan extensa como quieras, dejá que tus pensamientos fluyan, no los reprimas.
  2. ¿Qué situaciones están inconclusas y te gustaría resolver o definir?
  3. ¿Qué resultados no alcanzaron tus expectativas?
  4. ¿Qué objetivos quedaron a mitad de camino?
  5. ¿Hace cuánto tiempo “pasaste el rato” haciendo algo que realmente disfrutaras?

Releé tus respuestas y mientras las vas leyendo observá tu respiración. ¿Cómo la sentís? ¿Es fluida, liviana, natural; o por el contrario, es densa, entrecortada?

Ahora observá la tensión de tus músculos. ¿Están tensionados en algún lugar? Prestale atención a tu rostro, detenete algunos segundos y respirá profundamente. Ahora, ¿cómo está tu entrecejo, tus hombros, tu espalda, tus brazos, tus piernas y tus pies?

Si descubrís alguna tensión y te molesta, seguí respirando y procurá relajar esos músculos.

Ahora te propongo algunos ejercicios que a mi me dan un resultado muy positivo y me gustaría compartir con vos:

1)        Hacé una lista de lo que no querés más en tu vida, de eso que te cansa y roba tu energía. Podés utilizar la lista con las respuestas anteriores y completarla. Deshacete de ella como prefieras. ¡Este es tu momento de elegir cómo se irán de tu vida! Por ejemplo podés romper la lista en pedacitos y tirarla al río… quemarla y tirar las cenizas… enterrarla, vos decidís la manera qué te de más satisfacción.

2)        Enumerá motivos por los que estés agradecido. La meta es completar al menos 100 razones para agradecer. No es necesario que la completes ahora, pero sí que la tengas presente para tus momentos de flaqueza. Está comprobado científicamente que agradecer provoca las mismas hormonas que la felicidad… así que si no tenés motivos para estar feliz, ¡sé agradecido y la felicidad muy pronto llegará!

3)        Es el turno de hacer una lista con lo que sí querés para este año. Incluí elementos, situaciones, personas que te aportan felicidad, alegría, energía y bienestar en general. Podés utilizar imágenes, colores, recortes de revistas. ¡Lo que prefieras! Ponele tu toque personal, ya que se trata de tu lista de felicidad.

4)        Ahora tendrás que elegir tus metas de vida y sueños por concretar. Tomá al menos un ejemplo para cada aspecto de tu vida que desees incluir: personal, familiar, profesional, deportivo y otros. Proponete un objetivo para cada aspecto en el plazo de 1 año, 3 años y 5 años. Elegí los colores que te gusten. Debés escribir cada meta como una afirmación ya lograda y en positivo. Por ejemplo: “Realizo actividad física 2 veces por semana durante 1 hora y me aporta felicidad y bienestar.”

5)        Por último, pensá en algo que te produzca mucho bienestar, que sea una fuente de felicidad inagotable para tu vida y te haga sentir conectado con vos mismo, en tu eje. Observá cómo están tus músculos y tu respiración ahora.

 

¿Te gustaría tener esa sensación siempre? Para lograrlo te recomiendo:

a)    Que tengas tu lista de agradecimiento siempre presente y la releas cada vez que te sentís agobiado.

b)    Que actualices tu lista de las cosas que sí querés en tu vida.

c)     Que cada vez que se presente una situación que no querés en tu vida la escribas, la dejes salir y la elimines de la forma que prefieras.

d)    Que tengas presentes tus metas de vida y sueños por cumplir. Qué los modifiques cuantas veces desees. Son las que marcarán tu rumbo, hacia dónde te dirigís.

e)    Elegí eso que te proporciona tanto bienestar. Si es una canción: ¡bailá, cantá, sentila! Procurá utilizar todos tus sentidos para disfrutarlo.

f)     Estirá tu columna vertebral. Podés pararte en este momento, flexionar tus rodillas para que te ayuden a impulsarte hacia arriba. Llevá tus brazos junto con tu columna hacia arriba y hacia atrás, a medida que inhalás y al volver hacia adelante exhalá. Podés repetirlo de 3 a 6 veces, cada vez que lo necesites.

g)    Relajá tu cabeza, hombros y hacé círculos hacia afuera con ambos brazos. Al subir los brazos inhalá y al bajarlos, exhalá.

h)    Y un poco de diversión que ayuda a la coordinación: tocá con tu mano izquierda tu nariz y con tu mano derecha tu oreja izquierda, cruzando el brazo derecho por delante de tu rostro. Ahora invertilos. Con tu mano derecha tocá tu nariz y con tu brazo izquierdo tu oreja derecha.

i)      Ahora tocá con tu mano izquierda tu hombro derecho y con tu mano derecha tu hombro izquierdo, ahora bajá a tus codos y luego a tus rodillas. Repetilo unas 3 a 6 veces y hacelo cuando te sientas atrapado en algún problema o pensamiento que no te permita avanzar. ¡Es muy efectivo!

j)     Por último ponete de pie y balanceate de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. Levantá una rodilla y sostenela con tu mano opuesta. Fijá tu mirada en un punto que siga la línea de tu nariz hacia el piso. Focalizá tu atención en ese punto. Respirá con conciencia 3 veces. Ahora bajá la rodilla y hacé lo mismo con la otra rodilla y la mano opuesta. Repetí la secuencia 3 veces.

 

Es importante que te observes sin juzgarte o enojarte y te propongas el cambio que querés en tu vida, a veces es difícil salir de la zona de confort, de lo que ya conocemos; ¿pero de qué otra forma conseguir resultados diferentes?

Sólo haciendo cosas distintas, obtendremos resultados distintos. (Podés tuitear o postear esta frase).

¿Cómo te fue con los ejercicios? ¿Qué sentiste? ¡Me gustaría conocer tu experiencia! Dejá tu comentario debajo y si te fue útil, compartí esta guía a quien lo necesite.

¡Hasta pronto!