Hoy quiero compartir con vos algunos datos interesantes acerca del estrés, ya que me sentí motivada por la historia que compartió conmigo María de los Ángeles en respuesta a un mail anterior. Sé que se habla mucho en relación al estrés, pero no siempre nos brindan herramientas concretas para poder superarlo.

No estoy queriendo decir que con estos ejercicios que te propongo vas a resolver el 100% de los problemas originados por el estrés, de ningún modo; pero sí vas a poder conectarte con tu propio cuerpo, respiración, con la autoobservación sin juzgarte. Eso te permitirá darte cuenta de tu estado actual, es el primer paso para poder generar un cambio positivo y empezar a tomar acción. ¿El resultado? Comenzarás a sentirte con más liviandad.

Algunos datos generales en relación al estrés.

¿Qué es el estrés?

Del inglés: stress = tensión.

Según Wikipedia es: “una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada.”

 

Origen del estrés

La reacción del estrés se originó hace 150.000 años en el proceso de evolución, en una época en que los peligros o amenazas eran físicos y sólo se podían contrarrestar con acciones físicas, por ejemplo: escapar de un predador para sobrevivir.

Sobrevivir es la primera función del cerebro, la más importante.

En nuestro mundo moderno, este mecanismo que había resultado eficiente hace muchos años, se torna absolutamente ineficiente e inapropiado para responder a las demandas actuales. El estrés se produce cuando no podés dar respuesta a las demandas que vienen hacia vos, ya sea del exterior o tu interior y terminás adaptándote o sobreadaptándote a las situaciones.

 

¿Qué sucede en tu cuerpo cuando estás enfrentando una situación que te causa estrés?

Lo que voy a explicarte a continuación es algo técnico. ¡Por favor, no te estreses ahora! Pueden resultarte palabras nuevas o que alguna vez hayas escuchado, y quizás no estés tan familiarizado.

Si este tema es de tu agrado, podrás investigar más al respecto. Esto es sólo un resumen de los cambios que suceden en tu cuerpo.

En primer lugar, las glándulas suprarrenales generan cambios en las hormonas. La médula adrenal segrega adrenalina y noradrenalina; y la corteza adrenal produce glucocorticoides como el cortisol.

La próxima semana hablaré más en detalle sobre los 3 cerebros, qué se ven afectados por el estrés.

Cuando el estrés se sostiene en el tiempo atenta contra tu salud y el resultado es que seguís liberando cortisol. El cerebro no puede grabar químicamente algunas acciones que realizás, es por ello que luego no las tenés disponibles como recuerdos y sentís que empezás a tener olvidos.

 

El exceso de cortisol literalmente mata las neuronas. Además, es el asesino de la concentración.

Por eso el estrés provoca el envejecimiento de tu cerebro.

Cuando estás bajo una situación que te genera estrés, los músculos de tu cuerpo se preparan para luchar o huir. Por esa simple razón la sangre va directo allí, a los músculos, y no está disponible en áreas del cerebro que te permiten tener creatividad y elección. En el momento de estrés simplemente necesitás reaccionar para sobrevivir, luchar o huir del supuesto peligro.

Cuando estás experimentando estrés, tanto lo que vivís como lo que pensás conforman tu realidad. Para el cerebro es indistinto si la situación es real o imaginaria. Por eso es tan importante que monitorees tus pensamientos.

Tener pensamientos originados por el miedo o la supervivencia afecta negativamente a la mente y al cuerpo, provocando daños en ambos.

Tenés que saber que el estrés produce un estado de consciencia disminuido y te pone en un estado de alerta permanente. Esto repercute en tu comportamiento y comenzás a defenderte. O lo que comúnmente llamamos “estar a la defensiva”.

Consecuencias del estrés en el cuerpo. Fuente: Clarín.

Consecuencias del estrés en el cuerpo. Fuente: Clarín.

 

El estrés provoca un debilitamiento en tu sistema inmunológico. Por eso, estarás más sensible y algunos factores externos podrán provocarte más estrés. Algunos ejemplos:

•          Físicos: mucho frío o calor. Ruidos fuertes, lesiones.

•          Psicológicos: amenazas, desafíos, daños de algún tipo.

•          Biológicos: hambre extremo, falta de buen dormir, cambios bruscos de horarios.

•          Sociales: casamiento, nacimiento, graduaciones, divorcio, entre otros.

 

Conocé las diferentes etapas del estrés.

Semáforo

  1. Etapa de alarma: se activa el sistema simpático adrenomedular. Se agudizan los sentidos para recibir mayor información del medio que te rodea. Todo te va preparando para luchar o huir.
  2. Etapa de resistencia: se activa el sistema hipotálamo hipofisiario adrenal y los glucocorticoides – se moviliza la energía. La emoción predominante en esta etapa es la ansiedad. Se ponen en funcionamiento los mecanismos de ahorro de energía. El organismo empieza a forzarse más de lo debido.
  3. Etapa de agotamiento o extenuación: si la etapa 2 continúa y se hace crónica, ya se está en la etapa 3. El organismo colapsa – predomina la incapacidad para afrontar las cosas por más tiempo. Se pierde la capacidad de resistencia. La emoción predominante es la desesperanza.

 

¿Cómo podés identificarlo?

 

Lo que vas a notar son:

  • Cambios de humor
  • Malestar físico, mental, emocional
  • Ansiedad
  • Irritabilidad
  • Depresión
  • Disgusto con tu propia persona
  • Enojo, entre otros.

 

Te propongo entonces que tomes esta semana como un tiempo de monitoreo. Podés tener en cuenta tus reacciones físicas cuando notás que te estás estresando, es muy importante que reconozcas los síntomas y las consecuencias.

 

Podés hacerte estas preguntas unas 4 veces al día, podés llevar un registro y darte una puntuación sin juzgarte.Del 1 al 10. Siendo 1 casi nada y 10 mucho.

  • Los pensamientos que estoy teniendo en este momento, ¿son positivos? ¿Cuáles son?
  • Las emociones que estoy teniendo en este momento, ¿son positivas? ¿Cuáles son?
  • Lo que debo hacer a continuación, ¿me agrada? ¿De qué se trata?
  • Mi respiración, ¿es fluida?
  • La tensión de mis músculos, ¿es apropiada? Demasiada tensión o rigidez muscular requiere un alto puntaje.

Me gustaría saber qué resultado te da este monitoreo, ya que identificar qué está sucediendo en tu propio cuerpo te darás las pautas para generar un cambio en el futuro.

La próxima semana compartiré más información sobre el estrés y me centraré en los 3 cerebros.

¡Hasta pronto!

Gabriela