Cada persona es única y valiosa, tiene una manera particular de ver las cosas y también una manera de aprender específica que aplica a diferentes aspectos de su vida. Ésta se verá condicionada por sus vivencias, experiencias, creencias, habilidades innatas y preferencias para aprender. ¡Conocerlas nos ayudará a comprender cómo aprendemos! Y de esta forma, mejorar nosotros mismos y ayudar a otros a lograr un aprendizaje más favorable.
Al aprender o enfrentarnos a situaciones desconocidas, podemos reaccionar con inseguridad, miedo o estresarnos. El estrés provoca en cada persona reacciones diferentes de acuerdo a su perfil de aprendizaje, y sólo por citar algunas, detallaré: se nubla la vista, se deja de ver con claridad; otras personas dejan de escuchar, algunas no pueden coordinar sus palabras y otros quedan paralizados, no pueden moverse.
¿Conocés tu propio estilo de aprendizaje?
Su importancia radica en observar qué sucede en tu cuerpo al aprender o estar bajo situaciones de estrés, y sabiéndolo, podrás actuar de una manera más armónica, reconocer tus virtudes, dones y fortalezas. Detectar tu perfil de aprendizaje te ayudará a comprender verdaderamente el potencial que espera ser activado.
Mencioné anteriormente que de acuerdo al perfil de aprendizaje de cada persona, las reacciones físicas pueden variar. Pues bien, para lograr un estado de aprendizaje óptimo es necesaria una integración cerebral y corporal total. De esta forma, la información es captada por los sentidos y éstos la transmiten al cerebro de manera efectiva. Es por ello tan importante permitirnos movernos y jugar mientras aprendemos, nosotros debemos imitar a los niños para seguir aprendiendo! Al movernos despertamos nuestro cerebro y afianzamos los nuevos conocimientos y aprendizajes.
Procuremos que nuestras futuras experiencias de aprendizaje se tornen placenteras y positivas, sin estrés y desde los sentidos hacia nuestro cerebro.
Descubriendo tu perfil de aprendizaje
Para aprender inglés requerimos del soporte físico, el cuerpo, tanto como de la integración de todo nuestro cuerpo a nuestro cerebro. En algunas oportunidades, si estamos bajo estrés, algunas áreas de nuestro cuerpo pueden bloquearse y eso significa que no las tenemos disponibles para continuar utilizándolas.
Existen 32 diferentes perfiles de aprendizaje, para descubrir el tuyo realizaremos algunos testeos y descubriremos:
- Tu hemisferio cerebral dominante
- Tu ojo dominante
- Tu oído dominante
- Tu mano dominante
- Tu pie dominante
Cada uno de ellos posee características particulares, veamos algunos ejemplos:
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Perfil lógico dominante uniforme
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Perfil lógico mixto
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Perfil gestalt mixto
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Bajo estrés se limita en todas las modalidades.
Se le hace difícil ver, oír o comunicar los detalles, pero si está relajado puede comunicar el contenido completo y las emociones. Le conviene sentarse donde pueda procesar internamente, tranquilamente y garabatear o manipular arcilla al mismo tiempo que aprende. Ejercicios que ayudan a estar más integrado: ocho perezoso, gorra de pensar.
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Bajo estrés está limitado en la visión y la comunicación.
Tiene disponible la audición y el movimiento. Tiene la habilidad de seguir las instrucciones paso a paso.
Le conviene sentarse en la parte de adelante del lado izquierdo del aula.
Ejercicios que lo ayudan a integrarse: ochos perezosos y actividades de cruce de la línea media.
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Bajo estrés está limitado en la comunicación.
Tiene disponible la visión, la audición y el movimiento.
Aprende mejor a través del movimiento focalizándose en la imagen global, contexto y relevancia emocional. Le conviene sentarse en el medio en las primeras filas.
Ejercicios que lo ayudan a integrarse: ochos perezosos, gateo cruzado, actividades con la mano no dominante.
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Una vez que descubrimos qué perfil y características poseés, podremos utilizarlas a tu favor para optimizarlas, y realizar ejercicios de integración de reflejos primitivos y posturales para que todo tu cuerpo esté balanceado y disponible para aprender.
Descubrí la metodología de enseñanza.